UNIDAD 2: El análisis literario desde la perspectiva socio-histórica
La literatura es un hecho social, porque es producto de la invención humana. El hecho literario, aparte de ser un proceso de creación (génesis), y belleza (estructura interna), es un fenómeno que está en la sociedad (función social de la obra). Goldmann, advierte: “la literatura refleja una visión del mundo, con una producción histórica y una materialización social”. De tal manera, que la visión sociológica de la literatura se concibe como un procedimiento de análisis y disertación sobre las obras literarias, el cual permite abordar e interpretar la complejidad temática que está más allá de la figura lingüística del texto. La sociología de la literatura, en definitiva, establece criterios sobre la obra de arte literaria, desde la concepción que la entiende como un modelo de representación de la realidad, fenómeno o institución social, en tanto que relaciona las obras literarias y sus creadores, con la sociedad, el momento histórico en que nacen, y la orientación política que las inspira. Para Lukács, el escritor debe estructurar literariamente la realidad y los destinos del pueblo, desde el punto de vista del mismo pueblo, es decir, debe haber una actitud militante, partidista, al servicio de este pueblo, para lo cual se requiere inevitablemente una clara visión y dominio de la ciencia literaria. Para este autor, la genuina literatura debe tener como propósito, otorgar a cada hombre el saberse a sí mismo, destacando así que el escritor está comprometido con la sociedad. Desde esta perspectiva, la Sociología de la Literatura, se encarga de analizar sus vínculos con la cultura en que se asienta. Georg Lukács (1885-1971); Lucien Goldmann (1913-1970); y Mijail Bajtín (1895-1975), coinciden, en cuanto a que en la literatura se origina una apreciación crítica y sistemática sobre las concepciones del mundo de la cultura. Esta es la particularidad de la literatura. Los estudios con un enfoque sociológico buscan ubicar en las obras su axiología, su ética particular, en relación con una cultura dada. El sociólogo de la literatura indaga las incumbencias entre la vida cambiante y las obras literarias. Escritores como: Lukács, Goldmann, Bajtín, han teorizado acerca de la relación literatura-cultura. Los tres han acertado que al variar las relaciones hombre-destino-mundo, las formas de visión del hombre también se transforman. Lukács (1971) sostiene que “la poesía representa las conexiones últimas entre el hombre, el destino y el mundo, y sin duda ha nacido de la correspondiente profunda toma de posición, aunque a menudo no se sabe nada de su origen” Por su parte, Lucien Goldmann menciona también a la Sociología de la Literatura "estructuralismo genético". Expresa que el método de análisis de la obra literaria que tanto él como Lukács usan, parte de la conjetura de que todo comportamiento humano es un intento de dar una respuesta significativa a una situación particular, y tiende, por ello mismo, a crear un equilibrio entre el sujeto de la acción y el objeto sobre el que recae el mundo. Laura Chuaqui Numan, en su estudio: La sociología de la Literatura o sociología de la novela, reseña los planteamientos principales del pensamiento de Lucien Goldmann veamos:
La literatura es un hecho social, porque es producto de la invención humana. El hecho literario, aparte de ser un proceso de creación (génesis), y belleza (estructura interna), es un fenómeno que está en la sociedad (función social de la obra). Goldmann, advierte: “la literatura refleja una visión del mundo, con una producción histórica y una materialización social”. De tal manera, que la visión sociológica de la literatura se concibe como un procedimiento de análisis y disertación sobre las obras literarias, el cual permite abordar e interpretar la complejidad temática que está más allá de la figura lingüística del texto. La sociología de la literatura, en definitiva, establece criterios sobre la obra de arte literaria, desde la concepción que la entiende como un modelo de representación de la realidad, fenómeno o institución social, en tanto que relaciona las obras literarias y sus creadores, con la sociedad, el momento histórico en que nacen, y la orientación política que las inspira. Para Lukács, el escritor debe estructurar literariamente la realidad y los destinos del pueblo, desde el punto de vista del mismo pueblo, es decir, debe haber una actitud militante, partidista, al servicio de este pueblo, para lo cual se requiere inevitablemente una clara visión y dominio de la ciencia literaria. Para este autor, la genuina literatura debe tener como propósito, otorgar a cada hombre el saberse a sí mismo, destacando así que el escritor está comprometido con la sociedad. Desde esta perspectiva, la Sociología de la Literatura, se encarga de analizar sus vínculos con la cultura en que se asienta. Georg Lukács (1885-1971); Lucien Goldmann (1913-1970); y Mijail Bajtín (1895-1975), coinciden, en cuanto a que en la literatura se origina una apreciación crítica y sistemática sobre las concepciones del mundo de la cultura. Esta es la particularidad de la literatura. Los estudios con un enfoque sociológico buscan ubicar en las obras su axiología, su ética particular, en relación con una cultura dada. El sociólogo de la literatura indaga las incumbencias entre la vida cambiante y las obras literarias. Escritores como: Lukács, Goldmann, Bajtín, han teorizado acerca de la relación literatura-cultura. Los tres han acertado que al variar las relaciones hombre-destino-mundo, las formas de visión del hombre también se transforman. Lukács (1971) sostiene que “la poesía representa las conexiones últimas entre el hombre, el destino y el mundo, y sin duda ha nacido de la correspondiente profunda toma de posición, aunque a menudo no se sabe nada de su origen” Por su parte, Lucien Goldmann menciona también a la Sociología de la Literatura "estructuralismo genético". Expresa que el método de análisis de la obra literaria que tanto él como Lukács usan, parte de la conjetura de que todo comportamiento humano es un intento de dar una respuesta significativa a una situación particular, y tiende, por ello mismo, a crear un equilibrio entre el sujeto de la acción y el objeto sobre el que recae el mundo. Laura Chuaqui Numan, en su estudio: La sociología de la Literatura o sociología de la novela, reseña los planteamientos principales del pensamiento de Lucien Goldmann veamos:
- Las estructuras constitutivas del comportamiento humano no son en realidad datos universales sino hechos específicos, nacidos de una génesis anterior y que están sufriendo transformaciones que esbozan una evolución futura. Sin embargo, en cada nivel de la delimitación del objeto, el dinamismo interno de la estructura no sólo resulta de sus propias contradicciones internas sino también del dinamismo –estrechamente ligado a ellas- de una estructura más vasta que lo engloba y que tiende a su vez a un equilibramiento. Y cabe agregar que todo equilibramiento, cualquiera que sea su nivel, no podría ser sino provisional, en la medida misma en que está constituido por un conjunto de comportamientos humanos que transforman el medio ambiente y crean, por ese solo hecho, nuevas condiciones, gracias a las cuales el antiguo equilibrio se vuelve contradictorio e insuficiente.
- Cualquier descripción de una estructura dinámica o de un proceso de estructuración (que por otro lado también es, en su aspecto complementario, una descripción de un proceso de desestructuración de estructuras preexistentes) tiene, dentro de esta perspectiva, un carácter comprensivo respecto del objeto estudiado, y un carácter explicativo respecto de las estructuras más limitadas que forman sus elementos constitutivos. El punto de partida de tal método será, por consiguiente, la obra misma, cuyos elementos deben ser descritos, pero no de manera indiscriminada, sino en razón de su finalidad. O sea, merced a la intención con que se han integrado en un conjunto o sistema.
2 comentarios:
LA NOVELA HISTÓRICA DE GEORGE LÚKACS
La historia como ciencia de los fenómenos temporales que vive una sociedad ha sido planteada en novelas y en las manifestaciones artísticas en general; todo esto con la intención de dejar una huella estampada de los momentos más significativos de la vida humana. Pero la historia parece no ser un fenómeno tan puro y muestra sólo la verdad hasta donde le conviene al historiador. Con el arte y el arte literario es el lector o el ente observador el que crea la verdad y la transforma a su manera.
Es pues el momento de orientar a la historia desde el punto de vista artístico y es asi como George Lúkacs (1976) establece que este cambio de la ciencia histórica se debe a una reorientación, La reorientación de la ciencia histórica tiene que haber influido directamente en la práctica literaria de los autores de novelas históricas. (p. 193)
En este sentido, la literatura encuentra en los hechos sociales una gama de temas para desarrollarlos en una obra de arte pero dentro de este Boom histórico social hay diferentes tendencias gracias a la influencia de diversos escritores y al tema social específico de esa amplia gama, que quieran desarrollar. Entonces el desarrollo social va de la mano con las manifestaciones científicas y artísticas del hombre. Según Lúkacs (1976) El que algunos historiadores y filósofos lleguen a influir mucho en la ciencia y la literatura no es causa, sino consecuencia de las nuevas tendencias ideológicas provocadas por el desarrollo histórico social tanto en los escritores cuanto en los lectores. (p. 193)
Pero, el desarrollo histórico va de la mano con grandes crisis como por ejemplo, lo conflictos bélicos mundiales, entre naciones o entre regiones y todos estas crisis son elementos del escritor para realizar su obra. En Venezuela hay ejemplos de eso con la novela Venezuela Heroica de Eduardo Blanco y las pinturas de Arturo Michelena que llevan inmersas los elementos de las guerras y post guerras independentistas. Asi lo establece Lúkacs (1976) con la siguiente cita:
Las crisis históricas representadas son elementos inmediatos (necesarios a la acción) de los destinos individuales de los personajes principales, y constituyen, por lo tanto, una parte orgánica de la acción misma. De este modo se vinculan inseparablemente en la caracterización y en la acción individual y lo histórico-social. (p. 226)
Asimismo, no toda obra literaria es una composición netamente social, también tiene elementos individuales que el escritor no puede dejar a un lado y con esto se conforma una doble visión de la historia a través de la obra la privada y la social. En palabras de Lúkacs:
Es el dualismo de la historia –social y lo individual- derivado, junto con su consecuencia- la privatización de la historia- se presenta en los principales realistas ingleses del período de transición de un modo quizá más instructivo todavía que Maupassant y Jocobsen (p. 226)
El realismo es, pues, la manera que tienen los autores de llevar a las obras de arte literario casos representativos de la vida humana, y la vida humana tiene dentro todos estas crisis de las que se han hablado anteriormente pero los primeros realistas pertenecen al realismo burgués, según el autor. Es asi como Lúkacs establece que Los clásicos del realismo pudieron configurar poética y plásticamente esos aspectos de la vida humana porque todas las fuerzas y todos los poderes sociales se les presentaban aun como relaciones humanas. (p. 231)
Pero el autor critica que esas vivencias de los personajes de las obras realistas no tienen que ver con hechos socio- históricos y esto hace que su obra carezca de ese valor social que debe tener inmerso una obra de arte literario. Y lo ratifica con lo siguiente:
Las vivencias puramente privadas, exclusivísticamente individuales, de los personajes, no se vinculan con los acontecimientos históricos por obra de ningún lazo concreto; con eso pierden su carácter histórico real. Y los mismos acontecimientos históricos se rebajan por esa separación a la condición de mera exterioridad, de exotismo, de fondo meramente decorativo. (p. 233)
Partiendo de lo anterior, la literatura tiene que dar un cambio para aquel entonces y dejar a un lado todas las manifestaciones artísticas sin profundidad, con fondos decorativos y adornos que mantenían vacía todas las representaciones artísticas. Y Lúkacs repudia esa atención especial que se le dirige a la burguesía y a sus trivialidades llenas de nada:
En los escritores cuya atención inmediata se dirige a la burguesía misma, eso se manifiesta como concepción decorativa y exótica de la historia, mediante la cual intentan conseguir una contraimagen de la prosa gris y árida odiada y despreciada, de la cotidianidad burguesa. (p. 233)
Asimismo, rechaza a la concepción estética. Se tiene que hablar de los menos beneficiados, de las mujeres que venden empanadas, y el obrero y el estudiantes, esos deben ser los personajes para la obra literaria. En estas obras no nos encontraremos con mujeres bellas como personajes principales, las princesas quedaron a un lado de la historia, ahora lo más importante es la realidad, una realidad que se puede mirar en las paradas de los autobuses, el descontento de las masas populares, la miseria, la pobreza, etc. Toda esta revuelta que tiene que tomar el arte va de la mano con este enfoque social- histórico, la historia evoluciona, entonces el arte está en el deber de hacerlo tomado de la mano con lo social. Así lo expresa Lúkacs:
Pero su producción no está determinada por una refinada decepción ético estética, sino por la cólera y la irritación de las amplias masas populares, cuyas verdaderas ansias no están satisfechas por las series de las revoluciones burguesas que va desde 1789 a 1848. (p. 233)
En los miserables de Víctor Hugo se puede observar esta Cólera de las masas con la revolución francesa. Esta situación es relevante para el análisis socio- histórico. Este tipo de situaciones son las que se presencian en las obras de arte literario teniendo en cuenta este enfoque. Toda realidad social que le atañe al lector debe estar expresada en su obra.
Por otro lado, poco a poco el socialismo y la idea de revolución ha captado la atención de más y más escritores como es el caso de Miguel Otero Silva, en la mayoría de sus obras se evidencian los acontecimientos socio- históricos y ese ideal de revolución se manifiesta en algunos de sus personajes. También en escritores como Mario Benedetti y Mario Vargas Llosa se evidencian algunos elementos revolucionarios. Según George Lúkacs todo esto es consecuencia del despertar social y lo establece en el siguiente enunciado:
El hecho de las “dos naciones”, cada vez más perceptible, más irrefutable, tiene consecuencia de dos filos para la literatura. Donde vive todavía el espíritu de la democracia revolucionaria o donde el socialismo ha captado ya a los escritores importantes, puede dar lugar a nuevas formas de realismo grande (p. 233)
Finalmente, el arte y el arte literario específicamente, se mantienen en la historia mientras evolucionen con ella y con los avances científicos. Todo escritor o artista se encuentra en la obligación de ubicarse en espacio y tiempo y con ello ubicar su obra dentro de un período social en el cual se encuentre. No es igual escribir Fiebre de Miguel Otero Silva hoy en día que haberla escrito en 1930, no tiene el mismo significado ni la misma relevancia dentro del contexto. El arte Literario debe ir de la mano con el momento histórico- social y nunca desligarse del realismo grande, que según el autor se encuentra en los grandes sucesos sociales dirigidos por el descontento de las masas.
Eva García C.I 19264810
Sección: 2LL02
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO PEDAGÓGICO DE BARQUISIMETO “LUIS BELTRÁN PRIETO FIGUEROA”
LA MUERTE DE ARTEMIO CRUZ ANÁLISIS SOCIOHITÓRICO SEGÚN GEORGE LUKÁCS
Autores:
Eva E. García Troconis
Magdalena Rodríguez
Jessica Delgado
Dilmeris Tovar
Katiuska Sangronis
Sección: 2LL02
Prof: Edgard Pernalete
Barquisimeto, febrero de 2008
INTRODUCCIÓN
La sociedad y la historia son productos del hombre. Las crisis sociales, son conflictos causados por el hombre y estos conflictos se introducen el la historia para ser recordadas a través del tiempo. Pero, la evolución de la historia debe ir de la mano con la evolución del arte, el artista debe centrarse en su época y plasmar por medio del arte los conflictos de esa sociedad.
George Lukács propone con sus estudios y diferentes obras que la literatura es una expresión del hombre como ente social, capaz de generar cambios y transformaciones de acuerdo a su capacidad intelectual.
Es por ello, que en el estudio de la Novela de Carlos Fuentes La muerte de Artemio Cruz, se evidencian rasgos característicos de esta concepción socio-histórica de George Lukács.
LOS POSTULADOS DE GEORGE LUKÁCS EN LA MUERTE DE ARTEMIO CRUZ
George Lukács, a través de sus estudios, deja en evidencia las diferencias existentes entre el drama moderno y el drama antiguo, dichas diferencias radican en los distintos paradigmas que se manejan en cada época, la visión antigua y la visión moderna.
Según Lukács, en el drama antiguo sólo existe una moral que nunca es puesta en duda y en consecuencia no puede ser nunca el detonante de un conflicto porque todos los personajes comparten unos mismos principios éticos, que son los de nobleza. El drama moderno, sin embargo, es el drama de una clase sociedad determinada_ la burguesía_ que se sabe frente a otras clases donde las valoraciones éticas, los pensamientos y los sentimientos son distintos, y este contraste consciente de las clases desencadena una lucha social que se convierte en el motor de la acción, oponiendo a los personajes y sus respectivas ideologías de clase.
En este sentido, si se estudia detenidamente la novela de Carlos fuentes “la muerte de Artemio Cruz” se evidencia como él rompe con todos estos paradigmas que se venían manejando desde la antigüedad hasta el siglo XVII cuando pone en juego las distintas ideologías que se ponen de manifiesto entre la vida “normal” que llevo Artemio Cruz durante su transcurso por el mundo de los negocios y la que ahora le corresponde enfrentar en el momento de su agonía ya que en este momento se encuentra aparentemente acompañado, pero realmente está solo debido a sus malas acciones para con su familia, la falta de ética y moral, por ejemplo.
Posteriormente, Lukács habla de civilizaciones cerradas y civilizaciones abiertas, donde plantea que en las primeras todo tiene solución, todo es perfecto, mientras que en las últimas los personajes no encuentran quien responda a sus interrogantes y el mundo se abre infinitamente, deja de estar bajo control y despierta en el hombre una gran sensación de soledad. Con ello, lukács deja atrás la epopeya y utiliza la novela como una forma de expresar los conflictos de una civilización problemática.
Ciertamente y como se mencionó antes, Artemio Cruz se encuentra solo padeciendo su agonía, y no encuentra a que o a quién adjudicarle la razón de dicha situación, puesto que el mismo labró su destino. Ya ente texto Carlos Fuentes no introduce un elemento en la obra que pueda solucionar los problemas de Artemio, obviamente porque ésta obra se encuentra sumergida en una civilización abierta. Véase una cita textual de la obra, en la cual se puede percibir la soledad que siente Artemio:
“Soy esto. Soy esto. Soy te viejo con las fracciones partidas por los cuadros desiguales del vidrio. Soy este ojo. Soy este ojo. Soy este ojo surcado por las raíces de una cólera acumulada, vieja, olvidada, siempre actual. Soy este ojo abultado y verde entre los párpados” (p.13)
En el nuevo mundo, escribe Lukács, ser hombre es estar solo. Lukács (1.966 31_ 36). Partir de ésta dicotomía entre un mundo con respuestas y un mundo sin respuesta, una historia de las formas artísticas que completa distintos géneros como tragedia, epopeya, drama, novela parte para ello de la idea distinta del género que realmente le interesa estudiar: la novela. Para esto parte de la idea básica del Hegel para lo cual cada nueva forma artística nace en el preciso momento en que el espíritu de la época lo necesita, es decir, en el preciso momento en que se siente “que su hora ha llegado”. No se trata de creer en un cambio de disposición espiritual, sino de convencerse de que una disposición de espíritu puede ir orientándose hacia nuevos y distintos fines de acuerdo con ciertos condicionamiento de carácter histórico-filosófico.
Lo que Lukács sostiene que el terreno de las formas literarias las condiciones de existencia dependen directamente de una dialéctica histórica-filosófica que orienta la obras en una dirección determinada. Cuando esa dialéctica, las formas literarias ligadas a ellas se encuentra privadas de su esencia, no pueden ya seguir expresando lo que les es inmanente y terminaron por marchitarse. Si se pretende utilizar uno mismo recurso estilístico fuera ya del contexto histórico-filosófico en el que un escritor lo utilizó con un notorio éxito, y la margen de la situación de espíritu que los vio nacer, esos recursos perderán su significación originaria y, con ella toda trascendencia.
En este sentido, la tesis sostenida por Lukács explica el por qué toda imitación de una gran obra esta condenada al fracaso, incluso cuando el imitador no le falta una cierta habilidad artística. Las grandes obras no admiten imitaciones porque los elementos trascendentes de las primeras se vuelven triviales en las segundas. Lo que los trivializan es el cambio de escenario; se varían las circunstancias históricas-filosóficas, lo que quiere parecerse no se parece. Desde este punto de vista el autor de una gran obra tiene que ser visto como el visionario intuitivo de un instante histórico-filosófico único y que no volverá jamás. Escribir una buena obra es saber dar forma artística a una época determinada, y esta época que quiere traducirse y que por tanto sirve de sustrato, puede llegar a imponer incluso algunos recursos, según se desprende de los comentarios que Lukács dedica a Wilhem Meister de Goethe.
Desde estos presupuestos, Lukács trata de estudiar las condiciones históricas-filosóficas que determinaron el surgimiento del género novelesco aunque no relaciona directamente la novela con el contexto histórico-social en el que ha aparecido y en el que ha sido cultivada, sino que a partir del concepto de esencia a temporal procedente de la fenomenología de Edmun Husserl, considera la forma novelesca como una estructura significativa atemporal que expresa literariamente una de tres modalidades existentes de relación entre el alma humana y el mundo. Es un enfoque claramente idealista en el que predomina el interior de la novela, pues más que referirse a devenir histórico, Lukács se refiere a un devenir transcendental cuyo itinerario puede seguirse analizando las distintas formas literarias que han ido sucediéndose.
La realidad socioeconómica de cada momento histórico apenas es tenido en cuenta en este análisis y precisamente por ello, como el marxismo ortodoxo y dogmático menos presión, esta obra sin comprender que sólo a partir de ella ha sido posible un análisis marxista y dialectito de forma novelesca. En cualquier caso sólo con la publicación, en 1923, de su siguiente, historia y conciencia de clase, pasaran a primer plano los primeros postulados marxistas en los trabajos de Lukács. En teoría de la novela, como queda dicho, el enfoque es marcadamente idealista. En esta obra, Lukács emparenta directamente la novela con la epopeya como dos forma distintas de un mismo género literario.
Con respecto a los anteriormente planteados, estas son distintas porque nacen en contextos distintos, la epopeya en seno de una civilización cerrada, y la novela en una civilización problemática; pero obedecen a mismo impulso espiritual que es expresado en cada caso de acuerdo con el condicionamiento histórico-filosófico del momento. Se entiende así porque afirma Lukács que “la novela es la epopeya de un mundo sin dioses”. En su opinión, llegó un momento en que la epopeya tuvo que desaparecer para ceder su lugar a una forma literaria como la novela que era radicalmente nueva (1966:40-41), y esta situación trajo consigo importantes cambios. Así si la epopeya se caracteriza por dar forma “a la totalidad extensiva de la vida, y de hecho, forma una totalidad de vida acabada en si misma, el género que vino a ocupar su lugar, la novela, “busca describir e identificar la totalidad secreta de la vida” y eso lo convierte en la epopeya de un tiempo donde la totalidad extensiva de la vida no esta ya dada de una manera inmediata, de un tiempo para el cual la inmanencia del sentido de la vida se ha vuelto problema pero que, no obstante, no ha dejado de apuntar a las totalidades.
Asimismo, en el mundo que se percibe acabado, cerrado, perfecto, el nombre no ve amenaza a su tranquilidad; los dioses se la garantizan pero en un mundo que no depende de voluntades obre naturales, un mundos sin dioses todo se problematiza y el hombre no puede ver ya la realidad que lo rodea como un todo cerrado y perfecto con un significado único. El sentimiento de la totalidad se ha perdido y el género literario quede expresión a este nuevo panorama tendrá que reflejar en su estructura misma esa perdida y la nostalgia de los perdido. Esto es lo que se refleja en Artemio un sentimiento de soledad y nostalgia, recuperar la totalidad se convertirá entonces en un sueño utópico para él, destinado de antemano al fracaso, pues llevará a reflejar en las obras no la realidad empírica sino la soñada como la que se correspondía con el momento histórico, lejano ya, de la epopeya, no la que corresponde con el presente de esta novela. Está claro que a los ojos de Lukács la novela es la forma literaria de una nueva era y debe reflejar en su estructura las condiciones históricas-filosóficas del nuevo mundo; no aspirar a restaurar las del viejo.
Incluso la concesión del héroe tiene que sufrir forzadamente una transformación motivada por los cambios de índole histórica-filosófica así, mientras que el héroe épico en tanto que el protagonista de un mundo cerrado, sin cabo suelto, sin enigmas por resolver, se limita a vivir una sucesión de aventuras, el héroe novelesco, que tiene que sobrevivir en mundo infinitamente abierto, está siempre en una constante búsqueda. Es un héroe problemático en una civilización problemática, y dolorosamente busca valores absolutos que ni siquiera conoce y un mundo a su medida que no va a encontrar, de ahí que la ironía se convierta en un factor estructurante fundamental para el género novelesco.
En este mismo orden de ideas, Artemio Cruz como el protagonista se esta novela no recibe los mérito que, normalmente recibe un protagonista y mucho menos culmina con una calificación de héroe ya que el estilo de esta novela, según nuestro criterio, tiene sus orígenes en una civilización abierta.
La historia como ciencia de los fenómenos temporales que vive una sociedad ha sido planteada en novelas y en las manifestaciones artísticas en general; todo esto con la intención de dejar una huella estampada de los momentos más significativos de la vida humana. Pero la historia parece no ser un fenómeno tan puro y muestra sólo la verdad hasta donde le conviene al historiador. Con el arte y el arte literario es el lector o el ente observador el que crea la verdad y la transforma a su manera.
Es pues el momento de orientar a la historia desde el punto de vista artístico y es así como George Lukács (1976) establece que este cambio de la ciencia histórica se debe a una reorientación, La reorientación de la ciencia histórica tiene que haber influido directamente en la práctica literaria de los autores de novelas históricas. (p. 193) en la obra de Carlos Cruz se evidencia una serie de elementos de la historia de México como se evidencia en el siguiente apartado:
Habían pasado toda la noche en el campo abierto, sin comer… Donde tres días antes, el destacamento de exploración caminaba sin pedir rumbo ni señas, guiado sólo por el olfato del capitán, que creía conocer las mañas y las rutas de las columnas, ahora jironeadas y en fuga, de Francisco Villa. (p. 211)
Aquí se muestra la narración de un episodio de la revolución mexicana, un conflicto armado encabezado por una serie de revolucionarios o guerrilleros, entre ellos Francisco Villa o Pancho Villa, el que se nombra en varias oportunidades. El nombre del capítulo en donde se encuentra este apartado es 1915: 22 de Octubre, una fecha muy cercana a la fecha en la que comienzan los asaltos en las distintas ciudades mexicanas, una de ellas nombrada por el autor en el mismo capítulo, Chihuahua. Entonces, la literatura encuentra en los hechos sociales una gama de temas para desarrollarlos en una obra de arte pero dentro de este boom histórico social hay diferentes tendencias gracias a la influencia de diversos escritores y al tema social específico de esa amplia gama, que quieran desarrollar. En este sentido, el desarrollo social va de la mano con las manifestaciones científicas y artísticas del hombre. Según Lukács (1976) El que algunos historiadores y filósofos lleguen a influir mucho en la ciencia y la literatura no es causa, sino consecuencia de las nuevas tendencias ideológicas provocadas por el desarrollo histórico social tanto en los escritores cuanto en los lectores. (p. 193). Así se evidencia en la obra La muerte de Artemio Cruz, en donde el hecho de la revolución y de un anti- héroe de la revolución mexicana pasa a ser el tema de la obra de Carlos Fuentes.
Asimismo, el desarrollo histórico va de la mano con grandes crisis como por ejemplo, lo conflictos bélicos mundiales, entre naciones o entre regiones y todos estas crisis son elementos del escritor para realizar su obra. En este caso, uno de los conflictos tomados en consideración en la obra del autor es el de la revolución mexicana y describen algunos lugares en donde se evidencia esto,
Detrás, a sesenta kilómetros de distancia, quedaron las fuerzas que sólo esperaban la llegada, a matacaballo, de un emisario del destacamento para lanzarse sobre los restos de Villa e impedirles que se unieran con tropas frescas a Chihuahua. (p.212)
Partiendo de lo antes establecido, Lukács (1976) explica que: Las crisis históricas representadas son elementos inmediatos (necesarios a la acción) de los destinos individuales de los personajes principales, y constituyen, por lo tanto, una parte orgánica de la acción misma. De este modo se vinculan inseparablemente en la caracterización y en la acción individual y lo histórico-social. (p. 226)
Asimismo, no toda obra literaria es una composición netamente social, también tiene elementos individuales que el escritor no puede dejar a un lado y con esto se conforma una doble visión de la historia a través de la obra la privada y la social. En palabras de Lukács, Es el dualismo de la historia –social y lo individual- derivado, junto con su consecuencia- la privatización de la historia- se presenta en los principales realistas ingleses del período de transición de un modo quizá más instructivo todavía que Maupassant y Jocobsen (p. 226)
El realismo es, pues, la manera que tienen los autores de llevar a las obras de arte literario casos representativos de la vida humana, y la vida humana tiene dentro todos estas crisis de las que se han hablado anteriormente pero los primeros realistas pertenecen al realismo burgués, según el autor. En el caso de la novela la muerte de Artemio Cruz esto se evidencia en el momento en el que el Yo comienza a interactuar con su conciencia:
- Soy… soy Gloria…
Trato de murmurar su nombre. Sé que no se escuchan mis palabras. Por lo menos esto debo agradecerle a teresa: haberme acercado al cuerpo joven de su hija. Si sólo distinguiera mejor su rostro. Si sólo pudiera ver mejor su mueca. Debe darse cuenta de este olor de escamas muertas, de vómito y sangre; debe mirar este pecho hundido, esta barba gris y revuelta, estas orejas cerosas, este fluido incontenible de la nariz, esta saliva seca sobre los labios y el mentón, estos ojos sin rumbo que deben ensayar otra mirada, estos…
Es así como Lúkacs establece que Los clásicos del realismo pudieron configurar poética y plásticamente esos aspectos de la vida humana porque todas las fuerzas y todos los poderes sociales se les presentaban aun como relaciones humanas. (p. 231)
Pero el autor critica que esas vivencias de los personajes de las obras realistas no tienen que ver con hechos socio- históricos y esto hace que su obra carezca de ese valor social que debe tener inmerso una obra de arte literario. Y lo ratifica con lo siguiente Las vivencias puramente privadas, exclusivísticamente individuales, de los personajes, no se vinculan con los acontecimientos históricos por obra de ningún lazo concreto; con eso pierden su carácter histórico real. Y los mismos acontecimientos históricos se rebajan por esa separación a la condición de mera exterioridad, de exotismo, de fondo meramente decorativo. (p. 233). Pero, en el caso de la Muerte de Artemio Cruz el sentimiento del personaje principal es el resultado de su vida y su vida transcurre durante crisis sociales abiertamente expresadas en la obra como se dijo anteriormente, el ejemplo de la revolución. Sin embargo, este personaje muestra la debilidad de esa revolución en su discurso, se puede evidenciar en la siguiente cita:
Una revolución empieza a hacerse desde los campos de batalla, pero una vez que se corrompe, aunque siga ganando batallas militares, ya está perdida. Todos hemos sido responsables. Nos hemos dejado dividir y dirigir por los concupiscentes, los ambiciosos, los mediocres. Los que quieren una revolución de verdad, radical, intransigente, son por desgracia hombres ignorantes y sangrientos. (p. 242).
Por otro lado, los escritores cuya atención inmediata se dirige a la burguesía misma, eso se manifiesta como concepción decorativa y exótica de la historia, mediante la cual intentan conseguir una contraimagen de la prosa gris y árida odiada y despreciada, de la cotidianidad burguesa. (p. 233) Asimismo, rechaza la concepción estética. Se tiene que hablar de los menos beneficiados, de las mujeres que venden empanadas, y el obrero y el estudiantes, esos deben ser los personajes para la obra literaria. En estas obras no nos encontraremos con mujeres bellas como personajes principales, las princesas quedaron a un lado de la historia, ahora lo más importante es la realidad, una realidad que se puede mirar en las paradas de los autobuses, el descontento de las masas populares, la miseria, la pobreza, etc. En este sentido, se puede encontrar en la obra de Carlos Fuentes una serie de personajes reales que viven una realidad social, y el personaje de Artemio Cruz es la muestra de eso, un pobre hombre que está en su lecho de muerte, no un príncipe combatiendo contra dragones. Esto no quiere decir que estas producciones medievales hayan perdido su valor clásico, en el tiempo actual ya no tienen ninguna significación, son una realidad lejana y ajena a la de la sociedad contemporánea. Toda esta revuelta que tiene que tomar el arte va de la mano con este enfoque social- histórico, la historia evoluciona, entonces el arte está en el deber de hacerlo tomado de la mano con lo social. Así lo expresa Lúkacs:
Pero su producción no está determinada por una refinada decepción ético estética, sino por la cólera y la irritación de las amplias masas populares, cuyas verdaderas ansias no están satisfechas por las series de las revoluciones burguesas que va desde 1789 a 1848. (p. 233)
En esta novela se observa esta Cólera de las masas con la revolución mexicana. Esta situación es relevante para el análisis socio- histórico. Este tipo de situaciones son las que se presencian en las obras de arte literario teniendo en cuenta este enfoque. Toda realidad social que le atañe al lector debe estar expresada en su obra.
Por otro lado, poco a poco, el socialismo y la idea de revolución han captado la atención de más y más escritores como es el caso de Carlos Fuentes, debido a que en su obra se evidencian los acontecimientos socio- históricos y ese ideal de revolución se manifiesta en algunos de sus personajes. Según George Lúkacs todo esto es consecuencia del despertar social y lo establece en el siguiente enunciado:
El hecho de las “dos naciones”, cada vez más perceptible, más irrefutable, tiene consecuencia de dos filos para la literatura. Donde vive todavía el espíritu de la democracia revolucionaria o donde el socialismo ha captado ya a los escritores importantes, puede dar lugar a nuevas formas de realismo grande (p. 233)
Siempre hay algo más…
En la sociedad, el humano es un ser cambiante, que siempre ha presentado múltiples y confusas actitudes que han quedado marcadas en la historia, por ende ésta va a depender del comportamiento del mismo. El ser humano siempre ha sido el partícipe numero uno en todas las épocas de la historia. Siempre hay algo más… y digo algo más porque él siempre se ha encargado de ser el protagonista, desde Adán y Eva hasta nuestros días, y es por ello que hasta la Biblia ha sido uno de los libros más reconocidos en el mundo, y es precisamente por eso, por la participación del hombre en ella. Algo más porque siempre hay algo que decir, algo nuevo, que nos lleva a culturas diferentes e incluso valores diferentes y todo ¿por qué? pues gracias a la sociedad cambiante en la que vivimos.
Así pues, partiendo del estudio de la sociedad se tienen algunos teóricos que se dedican al estudio del método socio-histórico como Lukács que estudia la realidad como frutos de condicionantes políticos y sociales que se convierten en historia. Por otra parte, Goldman analiza como las distintas visiones o concepciones del mundo entran en un proceso de estructuración, mejor dicho, la visión trágica del mundo por un grupo social que va modificándose a medida que la realidad social se modifica, éste autor propone que la literatura no debe verse sólo como creaciones de individuos sino como la presencia de un sujeto colectivo, de unas estructuras mentales de ideas y valores que comparten un grupo social. Pero, en este caso, se analizará el método utilizado por Georg Lukács para el análisis socio-histórico en las obras literarias.
Ahora bien, es importante decir que para cada momento histórico, hay también estilos diferentes al momento de escribir y es por la gran gama de realidades sociales y políticas presentes en la sociedad, que hacen que los estilos novelísticos sean diferentes, como por ejemplo, no son iguales las novelas escritas hace más de veinte décadas a las que hoy en día se escriben, y es por lo que anteriormente se dijo, precisamente por el cambio de culturas y valores existentes en la sociedad.
Seguidamente, para Lukács “la novela es la forma literaria de una nueva era y debe reflejar en su estructura las condiciones histórico-filosóficas del nuevo mundo; no aspirar a restaurar las del viejo” (p. 421) este aporte es muy importante para las nuevas generaciones de escritores, sobre todo latinoamericanos, porque como dice el dicho: al pasado pisado, y así crear la necesidad de hacer cosas nuevas, y que existan escritores innovadores que le reflejen esta sociedad tan perdida en la que vivimos. Y es aquí donde entra el análisis socio-histórico, por ejemplo, ahora existen muchas escritoras, pero curiosamente su gran mayoría muestran una feminidad muy arraigada y es por la sociedad que nosotros mismos reflejamos, una sociedad donde aún existe el machismo, pero también una liberación femenina sumamente numerosa. Es necesario innovar no quedarnos en el ayer, como lo expresa David Viñas Piquer, en su libro Historia de la Critica Literaria.
Por consiguiente, existen variantes socio-políticas que determinan las clases sociales, y que se ven reflejadas en las novelas históricas normalmente, por ejemplo en la novela de Mario Vargas Llosa, “la fiesta del chivo” ella refleja un sin fin de variantes que existían en ese determinado momento en ese país y el escritor hace que la literatura refleje éste fenómeno. Así mismo, se ve en las novelas de Carlos Fuentes, específicamente se analizará con el método socio-histórico la novela de “La Muerte de Artemio Cruz” la cual fue muy polémica en su tiempo. Ahora bien, David Viñas. P en su libro de Historia de la Crítica Literaria teóricamente nos dice que Lukács afirma lo siguiente:
“Las condiciones económicas juegan un papel secundario y que lo verdaderamente social de la literatura es la forma, de modo que una sociología de la literatura tiene que estudiar las relaciones entre las formas artísticas y las determinadas concepciones de la vida que se dan en cada época” Sociología y Literatura(P. 419)
Es preciso decir que, para éste gran investigador a parte marxista, nos quiere expresar algo muy importante con este postulado y es precisamente es que el método socio-histórico no debe ver solo las condiciones económicas de un determinado momento, sino de las concepciones que se van dando a través del tiempo en determinadas épocas y que no sólo se trata de las relaciones externas del mundo, al contrario, de las relaciones internas contigo mismo, de tu propia vida; y que obviamente son diferentes por cada época. Entonces, la relación que existe entre éste postulado y la obra de Carlos Fuentes, es precisamente por la capacidad que tiene el autor de denotar las verdaderas concepciones de la vida, las relaciones de tu yo interno, con en el externo, la forma que tienen sus escritos, y no solamente quiere hacer ver la parte económica de esa determinada sociedad. Y un ejemplo claro de esto es el siguiente:
“Él pasó en el automóvil rumbo a la oficina. Lo conducía el chofer y él iba leyendo el periódico, pero en el momento, casualmente, levantó los ojos y las vio entrar a la tienda. Las miró y guiño los ojos y entonces el auto arrancó y él continuó leyendo las noticias que llegaban de Sidi Barrani y el Alamein” (p. 8)
No solamente en este aspecto se nota la posición que tiene el autor con respecto a la economía, ya que el protagonista de la historia (Artemio Cruz) deniega que cómo es posible que Teresa (esposa) y Catalina (hija) malgasten el dinero , en cosas innecesarias, siendo esto lo más importante para ellas, y no lo afectivo. Ellas se volvieron personas materialistas y cuando él se encontraba en sus últimos días, él no pensaba en decirles dulces hipócritas, que lo lloraban cuando la verdad era que estaban esperando su muerte y que justo en ese momento era cuando estaban junto a él y Artemio decía que nunca le habían demostrado afecto y reclamaba que ahora sí lo hacían cuando en realidad ya era tarde. Carlos Fuentes quiere demostrar con esto que lo más importante en una novela, no es solamente los problemas económicos y sociales de un determinado momento sino de las relaciones internas contigo mismo.
Es importante decir que, la novela busca descubrir y edificar la totalidad secreta de la vida y eso, la convierte en la epopeya de un tiempo donde la totalidad extensiva no está ya dada de una manera inmediata, de un tiempo para el cual la inmanencia del sentido de la vida se ha vuelto problema, pero no obstante, no ha dejado de apuntar a la realidad. Ahora bien Lukács plantea lo siguiente:
“Un mundo que se percibe acabado, cerrado, perfecto, el hombre no ve amenazada su tranquilidad; los dioses se la garantizan, pero en el mundo que no depende ya de voluntades sobrenaturales, un mundo sin dioses, todo se problematiza y el hombre no puede ver ya la realidad que le rodea como un todo cerrado y perfecto con un significado único” (p.421)
Es preciso decir que, en la novela de La Muerte de Artemio Cruz se ve muy frecuente, este mundo problematizado, tanto en el pasado, presente y el futuro, ya que su vida pasada fue de una vida muy agitada, pero el presente Artemio Cruz lo ve como el castigo más grande del mundo, y el futuro lo ve como una esperanza, pero con la certeza de que no lo pueda vivir. Ahora se verán algunos ejemplos de la novela donde se ve reflejado el postulado de Goeorg Lukács:
“Tú sobrevivirás: volverás a rozar las sabanas y sabrás que has sobrevivido, a pesar del tiempo y el movimiento que a cada instante acortan tu fortuna: entre la parálisis y el desenfreno está la línea de la vida: la aventura: imaginarás la seguridad mayor, jamás moverte, te imaginarás inmóvil, al resguardo del peligro, del azar, de la incertidumbre: tu inquietud no detendrá al tiempo que corre sin ti…” (p.122)
“Yo despierto otra vez, pero esta vez con un grito: alguien me ha clavado un puñal largo y frío en el estómago; alguien desde afuera: yo no puedo atentar contra mi propia vida de esta manera: qué he hecho yo para merecer esto” (p. 130)
Lo interesante de esta historia es que, no sólo es un problema que vive el escritor quizás, sino también existen muchas personas que viven esta situación o por lo menos muy similar. Pero, no sólo las situaciones personales son lo más importante de esta historia de Carlos Fuentes, es también la historia de una revolución; el ayer de Artemio Cruz, un soldado de la revolución, ahora bien yo pregunto, ¿cuántas revoluciones no han vivido otros países?, por ejemplo Bolivia. Es importante decir que, la nueva experiencia del tiempo que propone la novela mexicana incluye sus contenidos intrínsecos, los avatares de una revolución que se busca y huye de sí misma al mismo tiempo, no es una puesta en cuestión cualquiera del esquema temporal, sino una realidad histórica, tan única y ejemplar.
Nosotros los humanos, los americanos, los latinoamericanos, los venezolanos… nosotros, seamos quienes seamos, somos problemas, somos una realidad problemática. Tenemos entre otros muchos, un problema metafísico; somos un problema metafísico, tenemos que situarnos en un tiempo y un espacio, en una amplia red de percepciones, interpretaciones, valoraciones, ideas recibidas, concepto, miedos y deseos, recuerdos y proyectos, y otras muchas cosas más. Pero nos faltan elementos, herramientas para hacerlo con un mínimo de claridad; y tu hipótesis que es la lectura de novelas, por lo menos, de ciertas novelas, puede suplir esa carencia. Pero siempre hay algo más…
¿Qué quiero decir con esto? Pues, el resultado de nuestras vidas va dado dependiendo de nuestras creencias y que en las novelas, en la literatura se ven reflejados. Aunque ese mundo con Dios o sin él siempre es un problema, y eso lo podemos notar en cualquier trama novelística. La sociedad nos sumerge en un mar que pareciera no tener fin, pero gustoso a nuestra vanidad.
Tomando en cuenta las primeras opiniones importantes de Lukács sobre la relación entre la literatura y la sociedad y sobre la disciplina que debía estudiar dicha relación se hace gran énfasis en un análisis socio-histórico aplicado a la novela de Carlos fuentes, resultando que en este temprano trabajo y en ese período de su producción intelectual se relaciona con la economía, el subconsciente y la sociedad sobre la base de una necesidad.
A nuestro parecer, en esta obra el autor Carlos Fuentes escribe convencido de que las diferencias literarias serían más profundas entre determinadas épocas que entre distintas individualidades de la misma época dejando reflejada la literatura desde un punto de vista sociológico, aunque cuidando de no distanciarse de la sociología de la literatura que se practicaba para entonces y en la que dejaba bien diferido dos características importantes que le dieron el sentido a la obra.
Carlos Fuentes en primer lugar expone la ambición del protagonista al demostrar que las condiciones económicas de esa época eran la causa inmediata del hecho artístico, y, en segundo lugar, su tendencia a localizar lo social del arte exclusivamente en los contenidos de las creaciones artísticas.
“…y ahora, de la intuición de la mujer, surgían los argumentos que el viejo ya había imaginado, medido y desechado por inútiles.
- tienes la imaginación de los veinte años.-se incorporó y apagó el cigarro.-pero si quieres franqueza, seré franco. Este hombre puede salvarnos. Cualquier otra consideración sale sobrando…
Suspiró y alargó los brazos para tocar las manos de la hija.
---piensa en los últimos años de tu padre. ¿Crees que no merezco un poco de…?
---Sí, Papá, no digo nada…
---Y piensa en ti misma.
Ella bajo la cabeza.- sí me doy cuenta. Sabía que algo así iba a pasar desde que Gonzalo se fue de la casa. Si viviera…
---pero no vive.
---no pensó en mí. Quién sabe en lo que pensó” (p. 35)
En consideración a este pequeño guión de la obra “La Muerte de Artemio Cruz” nos permite deducir que el ámbito económico para esa época jugaba un papel un importante en la sociedad, en este caso vemos como don Gamaliel es capaz de vender a su propia hija Catalina a alguien que lo puede salvar de una ruina económica sin importarle lo que ella quiere, es pues, que para aquella época los honores privilegiados eran para los de estatus social, cosa que a marcado la pauta a lo largo de la historia, es decir, hasta nuestros días, y es que este señor no estaba acostumbrado a la miseria considerando que esa fue la mejor solución y frente a esa sociología, que podríamos calificar de contenidista y mecanicista, Carlos Fuentes trabaja en su obra una Sociología de la Literatura que se centra en lo que, a su juicio, era «lo verdaderamente social de la Literatura», es decir, en la forma, y que, relegando las condiciones económicas a un papel subordinado e indirecto, estableciese relaciones directas entre las formas artísticas y determinadas concepciones de la vida a las que, muy seguramente, Lukács llamaba también «formas» que se dan en «épocas determinadas».
A nuestro juicio, la Sociología de la literatura evidenciada en la obra de Carlos Fuentes no debía ocuparse de las causas (económicas) que originaban las diferentes concepciones de la vida correspondientes a épocas determinadas, pero sí debía y podía constatar el hecho de que determinadas intuiciones del mundo aportan unas formas determinadas, que las posibilitan, y del mismo modo excluyen otras a priori.
Sin embargo, cualquier cuestión de estilística sería, por tanto y ante todo, una cuestión sociológica, ya que siempre se desea aclarar el problema central de una sociología de las formas literarias, esto es, llevar los elementos vitales temporales e históricos a una tipología formal, así como demostrar el aspecto formal en lo que comúnmente se llama el 'contenido' de las formas artísticas, para analizar a continuación las relaciones de cambio de ambos grupos de formas logrando esclarecer los fines y/o propósitos expresados por el autor.
Por lo anteriormente dicho, nos atrevemos a decir que al autor le preocupaba la relación dialéctica entre las estructuras de la esa sociedad, pero además los sistemas de ideas, el pensamiento y la acción individual de los que intervienen en ese momento es por ello que debemos comprender la necesidad social de un estilo determinado puesto que no es lo mismo que valorar estéticamente las consecuencias artísticas de dicho estilo
Por lo tanto, era necesario que durante la lectura de la obra nos detuviéramos en los acontecimientos para poder analizar la intención más extensamente de la historia trágica, que terminó con la larga pena de muerte del protagonista. La importancia del hecho o la posible toma de conciencia llevada acabo por Artemio Cruz durante el último período de su vida ha sido hasta ahora muy poco estimado puesto a que esté causó gran impacto con sus acciones. Y hoy, después de leída la obra puede ser considerada como un modelo de comprensión. Hay que seguir en sus escritos las trazas de este acometimiento para poder juzgar, es decir, que nos parece que tiene mayor o mejor interés el detenernos primero en las reacciones del mismo, ante de hacer algún reproche.
CONCLUSIÓN
En este sentido, se deja en evidencia como el autor Carlos Fuentes con su obra La Muerte de Artemio Cruz introduce todos los elementos mencionados (crisis social) que se dan en un momento y espacio determinado: la revolución mexicana notándose así que esta obra se desenvuelve en una civilización abierta y problemática, en donde el mundo se abre infinitamente para cada uno de los personajes.
Finalmente, el arte y el arte literario específicamente, se mantienen en la historia mientras evolucionen con ella y con los avances científicos. Todo escritor o artista se encuentra en la obligación de ubicarse en espacio y tiempo y con ello ubicar su obra dentro de un período social en el cual se encuentre. El arte Literario debe ir de la mano con el momento histórico- social y nunca desligarse del realismo grande, que según Lukács, se encuentra en los grandes sucesos sociales dirigidos por el descontento de las masas.
REFERENCIAS
Fuentes, C (1962) La Muerte de Artemio Cruz –Aura. Caracas: Editorial Fundación Biblioteca Ayacucho
Fuentes, C (1962) La muerte de Artemio Cruz. Buenos Aires: Editorial Alfaguara
Lukács, G (1976) La novela histórica. Barcelona- B. Aires- México: Editorial Grijalbo
Viñas Piquer, D. (2002) Historia de la crítica literaria. Barcelona: Editorial Ariel.
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